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LOS AUTOMOVILES EUROPEOS
El Alvis, lujoso auto deportivo inglés, tiene motor de alta compresión con cuatro velocidades

En Alemania, Floyd Clymer inspecciona el nuevo Benz 300, un coche cuyo estilo es bastante conservador Parte I
MUCHOS PROPIETARIOS de automóviles a menudo se preguntan por que los coches de construcción europea ejercen tal fascinación entre cierto grupo del público norteamericano. De aquí, que esta historia se base en un viaje aéreo de 30 días cuyo fin es informar y analizar las cualidades sobresalientes de la industria automovilista extranjera a los lectores de Mecánica Popular .
Primeramente, me dirigí a París para asistir a la exposición del Grand Palais. En este lugar se exhibían la mayoría de las marcas de coches; hasta prototipos que tardarán considerable tiempo en producirse. Las carrocerías hechas a la orden para muchos de los autos son de gran belleza y de diseño fantástico. El centro de atracción fue el Pegaso, auto de construcción española. Este coche está equipado con motor V-8 con el árbol de levas en la cabeza del motor. Ricart, viejo ingeniero de la Alfa-Romeo, se halla al frente de la compañía española que fabrica magníficos camiones y autobuses en la planta que en un tiempo perteneció a la Hispano-Suiza. Los primeros 200 coches deportivos Pegaso se encuentran actualmente en producción.
El Bugatti, un viejo favorito, hizo su aparición con un diseño mitad de la preguerra y mitad modernista. Otro coche que llamó considerablemente la atención fue el Citroen, segundo fabricante frances en importancia, con sus coches de transmisión en las ruedas delanteras y motores de cuatro y seis cilindros. Asimismo, su diminuto modelo con motor de dos cilindros, enfriado por aire, despertó mucho interés. Esta fábrica parece repetir sus estilos año tras año, con la aprobación del público francés. Lo que les falta a estos automóviles en estilo, les sobra en confiabilidad y economía de operación. Solamente Renault, con su popular motor trasero de 4 cilindros, es superior en ventas al Citroen. La fábrica Renault es propiedad del gobierno. El finado Renault fue acusado por el gobierno francés de colaborar con los nazis durante la ocupación alemana, lo que dio origen a la incautación de la planta al finalizar la guerra. Es la fábrica más grande de Francia y está situada en Billencourt, un suburbio de París. Opera eficientemente con sus 33,000 empleados, Una de las principales atracciones de la exposición parisina fue el Pegaso, un veloz automóvil que se fabrica en Barcelona
de los cuales el 13 por ciento son mujeres. El promedio de salarios es de 150 francos (unos 52 centavos de dólar) por hora de trabajo, y la producción diaria de la fábrica es de aproximadamente 450 coches. Encontré la fábrica que visité muy moderna. En ella se emplean métodos de montaje similares a los de Detroit, y en la misma fabrican sus propios pernos, tuercas y pistones y hasta los neumáticos para los coches.

Ab: Clymer entrevista al dueño de un Comete, el Ford francés, en una calle de París. Las líneas del automóvil le imparten una apariencia italiana
El Reliant Regal coche inglés de tres ruedas y cuatro plazas, con económico motor de cuatro cilindros
Este atractico automóvil deportivo de dos asientos es sumamente veloz y mide 4.27 M de largo total

Uno de los coches deportivos ingleses de más fama es el Healey El cupé convertible Rolls Royce se fabrica para exportar
La compresión del convertible Aston Martin de seis cilindros es muy alta, de 8.16 a 1
Clymer aparece en esta fotografía en el Jaguar Mark VII que probó en Goodwood, Inglaterra

   
   
   
   
   
   
   
La fábrica Volkswagen, cuya línea de montaje es muy eficiente, produce 415 autos y 35 camiones de entrega diarios  

El tercer fabricante francés en importancia es Peugeot. El cuarto lugar lo ocupa Simca. Mi visita a la fábrica Simca fue una revelación. He aquí una planta sumamente moderna que emplea también los métodos de montaje de Detroit. Durante la guerra, Simca reparó 75,000 motores de Jeeps para los Aliados. Actualmente, fabrica 300 Simcas diarios en el popular modelo Aronde, un coche modernista, de construcción excelente, con líneas similares a los coches norteamericanos. Su precio es de 725,000 francos (unos 2000 dólares), bastante caro para un auto de su tamaño y, desde luego, fuera del alcance de la mayoría de los franceses. Aquellos que están en posición de comprarlo tienen que esperar de ocho a diez meses para su entrega. El chasis del modelo deportivo, de precio más alto, se fabrica en la planta y la carrocería es de los famosos constructores Fastel-Metallo.
El promedio de salario de un obrero de la Simca es de 180 francos por hora (aproximadamente 63 centavos de dólar), sueldo bastante alto para el trabajador francés. En esta fábrica trabajan unas 7000 personas, de las cuales 300 son empleados de oficina. La planta es limpia y está bien administrada, y en ella se sirven almuerzos al personal. Por la suma de 50 francos (18 centavos de dólar) cada empleado puede comer un trozo de carne, pan, fruta, y vino o café. Simca posee gran número de casas que construye y arrienda a los obreros, y en la actualidad están levantando muchas más. Aproximadamente, el 70 por ciento de la maquinaria en Simca es de fabricación norteamericana, obtenida mediante el Plan Marshall.
Desde la Simca me dirigí a Ford de Francia, en Poisy, a unos 50 kilómetros de París. Esta es una réplica en miniatura de las plantas Ford en los EE. UU. Encontré una planta nueva, moderna, excepcionalmente bien administrada que con sus 5800 empleados ocupa el quinto lugar de importancia en Francia entre los fabricantes de coches.

Ab: Estos bosquejos de coches extranjeros dibujados en plena exposición muestran la sencillez del diseño Ab: El famoso automóvil francés Bugatti está provisto de ruedas de alambre y parabrisas de una pieza.

Izq: Uno de los autos franceses más atractivos es el Delahaye. Arr: Clymer también probó el Volvo, coche sueco muy popular
En Francia, el Ford es conocido con el nombre de Vedette. Este coche está equipado con motor V-8 de 60 HP, similar al modelo que Ford fabricaba en un tiempo en los EE. UU. En apariencia, el vehículo es un cruce entre el Ford de la preguerra y el Mercury de la postguerra. El último modelo francés de esta marca es el Comete, un coche bellísimo que emplea el mismo motor que el Vedette, pero cuyas líneas Continental le dan mas apariencia italiana que francesa.

Mi próxima etapa fue Londres, donde a la sazón se celebraba la exposición anual de automóviles en Earls Court, con coches de todas partes del mundo. Entre los modelos, se incluían las marcas norteamericanas que no tienen salida en la Gran Bretaña debido a las restricciones impuestas por el gobierno a la exportación de dólares. En ese respecto, el comprador ordinario inglés tiene que esperar de seis meses a tres años para conseguir que le entreguen un coche de fabricación nacional.
Durante la semana de exhibición, la Sociedad de Escritores Automovilistas celebró un día de pruebas en Goodwood, una pista a 100 kilómetros de Londres. Cada conductor recibía permiso para recorrer tres veces el sinuoso curso en el coche que seleccionaba. En ese sitio, manejé todas las marcas de autos, desde un Morris Minor hasta un Rolls Royce.
De los coches deportivos que conduje, el que más me impresionó fue el cupé Aston Martin de 120 HP con árbol de levas doble en la cabeza del motor. La fábrica asegura que este coche alcanza una velocidad máxima de 175 k.p.h., y en verdad que su aceleración es sobresaliente. Es el coche más fácil de conducir de cuantos he manejado hasta la fecha. Las demostraciones del Allard y del nuevo Jaguar Mark VII (sedán) fueron dignas de alabanza. El nuevo Jaguar constituye un ejemplo sobresaliente de la estupenda mano de obra británica y es en realidad un auto maravilloso. Como es natural, el Rolls Royce, es el coche inglés más lujoso; su hermano menor, el Bentley, es un vehículo excelente. Otro de los autos expuestos fue el Daimler, el coche inglés de más precio que existe, empleado por la casa real y altos dignatarios del gobierno británico. El viaje de ida y regreso desde Londres a Goodwood lo hice en un imponente Daimler de siete plazas. El automóvil se comportó bien, pero quedé un poco desencantado con la uniformidad e marcha del coche, la cual no está de acuerdo con la reputación del Daimler.
El Hillman Minx y el Austin se comportaron divinamente, lo mismo que el Ford inglés de cuatro cilindros, denominado Cónsul, y el Zephyr de seis cilindros. Un coche pequeño de magnifica calidad es el Morris Minor, que realmente tiene as mismas buenas cualidades que un auto grande. El nuevo Austin 7, un diminuto y económico auto, llamó mucho la atención en la exposición pero no estaba presente en Goodwood. El Healey es otro coche con magníficas cualidades de ingeniería y es un favorito entre los muchos entusiastas deportivos.
El Jowett Javelin es singular con su motor de cuatro cilindros, de tipo opuesto, y enfriamiento de aire. El Lagonda, Lanchester, Lea-Francis, Morgan, Alvis, Riley, Rover, Allard, Singer, Sunbeam-Talbot, Triuroph y WoIseley son otras marcas que satisfacen los gustos de ciertos tipos de automovilistas. La línea Vauxhall (fabricación inglesa de la G.M.) atrajo considerable atención con los modelos Wyvern de 35 HP y Velox de 58 HP.
Mi próximo salto fue hasta Copenhague y Estocolmo. Ambas fábricas suecas, la Saab y la Volvo, estaban cerradas debido a los días festivos, pero ello no fue óbice para que probara ambas marcas. Estos coches están bien construidos y son muy apropiados para el público europeo que prefiere coches económicos de peso liviano. De Estocolmo me dirigí en avión hasta Hamburgo, donde me esperaba un conductor de la Volkswagen Werke.
Con él recorrí 200 kilómetros en auto hasta llegar a WalfSburg, el fabricante de automóviles más importante de Alemania y el pueblo más nuevo de este país. El sistema de operación de la nueva planta Volkswagen parece casi increíble. Todas las utilidades que produce la fábrica se revierten en mejoras. La compañía construye casas para los empleados, las cuales pueden alquilar o comprar. Once millones de marcos (aproximadamente 2,750,000 dólares) se han invertido ya en viviendas. La piscina de natación más grande de Alemania funciona para uso de los empleados y residentes de la ciudad. La fábrica suministra también gas para la ciudad de Wolfsburg. El 88 por ciento de las 28,000 personas que componen la población de Wolfsburg trabaja en la fábrica Volkswagen. Se calcula que en el año 1956 esta ciudad tenga 50,000 habitantes. La fábrica es moderna y está equipada con maquinaria nueva; su capacidad de producción diaria es de 415 autos de pasajeros y 35 camiones de entrega. Si no fuera por la escasez de acero laminado y carbón esta fábrica podría producir un 40 por ciento más.
En el momento actual, los 15,000 obreros trabajan en dos turnos. Aproximadamente el 34 por ciento de la producción del Volkswagen es para exportación.
Prácticamente todas las partes para el coche, incluyendo las piezas vaciadas, se hacen en las propias fundiciones Volkswagen. La fábrica no necesitó del Plan Marshall para reanudar la producción de automóviles.
El Volkswagen originalmente fue proyectado para Hitler como el "Coche del Pueblo" por el finado Dr. Ferdinand Porsche, famoso ingeniero alemán. El gobierno nazi recaudó 280,000,000 de marcos de la preguerra, de 300,000 alemanes, con la promesa de entregarle a cada contribuyen uno de estos coches. La fábrica de un piso se planeó para que tuviera tres veces su tamaño actual, que mide unos 1200 metros de largo. El dinero entregado antes de la guerra por los presuntos compradores de autos se depositó en Berlin. Cuando los rusos entraron en la ciudad se apropiaron de los fondos y más nunca los reembolsaron. Hasta la fecha, el dinero parece haberse perdido aún cuando el caso se encuentra pendiente en uno de los tribunales de Alemania Occidental.
En un Volkswagen me dirigí desde este punto hasta Bremen, una distancia de unos 400 Kilómetros. El Volkswagen es un coche pequeño de construcción sólida, de 710 Kilos de peso, equipado con un singular motor de cuatro cilindros opuestos, con enfriamiento de aire, montado en la parte trasera del coche. El motor tiene 24 HP a 2400 revoluciones por minuto, y su compresión es de 8.5 a l. El coche rueda excepcionalmente bien para un auto de su tamaño, debido a la buena distribución del peso y a la suspensión independiente en las ruedas traseras. Además, a pesar de funcionar con gasolina de baja calidad, consume sólo un litro de combustible cada 14 Kilómetros. Esta marca es un coche popular en Europa, donde el precio de la gasolina en los diferentes países fluctúa desde once hasta veinticinco centavos de dólar por litro. El Volkswagen es estable a su velocidad máxima (110 a 135 k.p.h.), tiene buenos frenos hidráulicos, transmisión de 4 velocidades y toma las curvas perfectamente. Un duplicado del Volkswagen, tal vez algo mayor, posiblemente se vendería muy bien en los Estados Unidos.

(Continuará el próximo mes)

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumren 10 - Mayo 1952 - Número 5


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus