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Click para ver más grande Estás leyendo parte de la revista de Marzo de 1959
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Desfile de Automoviles Europeos
LA CURVA que hay al pie de esta página presenta los hechos. Describe, de modo gráfico, el aumento sorprendente de las ventas de los autos extranjeros en los Estados Unidos.
Sin embargo, no explica la razón de la gran acogida del público, que es precisamente lo que desean saber los productores de Detroit.
¿Se debe su éxito al tamaño, a la economía, o a su facilidad de manejo? Si éstas son las únicas razones, quiere decir que Detroit no tiene motivo de preocuparse, ya que puede fabricar autos que ofrezcan esas ventajas.
Sin embargo, existe la idea de que tal vez haya algo más, algo que Detroit no está en condiciones de brindar. Tal vez se trate del incentivo que tiene un producto extranjero. Podría ser, también, la gran variedad de estilos, lo cual permite adquirir un automóvil que no es idéntico al del vecino. Debe considerarse, además, la variedad técnica (los diagramas del chasis, que aparecen en las páginas siguientes, muestran las diferencias que existen). Es precisamente esta diversidad lo que ofrece una razón para que el propietario pueda hacer gala de tecnicismos tales como el motor con enfriamiento por aire, ejes oscilantes, dirección de piñón y cremallera, propulsión delantera, suspensión de brazos traseros, carrocería y bastidor de una pieza, y todo lo demás relacionado con el diseño de coches europeos, lo cual suena extraño al comprador de los EE. UU.
Sea cual sea la razón, Detroit se da cuenta que ya no puede continuar ignorando el éxito de estos autos. Lo que empezó siendo la excentricidad de unos cuantos, se ha convertido en una epidemia. Los pequeños modelos extranjeros, que originalmente constituían el coche adicional de una familia, parece que ahora ocupan el primer lugar.
El año 1958, se vendió en los EE.UU. un total de 275,000 autos extranjeros, lo cual representa la venta combinada del Chrysler, el Edsel, el Studebaker, el De Soto, el Lincoln, el Imperial y el Packard. Lo peor del caso es que se cree que este año la cifra será mayor.
El año entrante, las grandes compañías de los Estados Unidos pondrán en venta autos pequeños. Pero el hecho es que estos coches que se anuncian no harán una competencia directa, ni en tamaño ni en precio, a los modelos extranjeros que gozan de gran demanda.
Los nuevos autos pequeños que se fabriquen en los Estados Unidos, se asemejarán-en precio y tamaño-al Borgward y al Peugeot. A pesar de la contraofensiva de los productores de los Estados Unidos, los coches de la categoría del Volkswagen, el Renault y el Fiat (cuyo total combinado representa la mayor parte de las ventas totales de modelos extranjeros) continuarán imponiéndose en el mercado de autos de menos de 2000 dólares.
Queda por demostrarse si la diferencia entre 1700 y 2000 dólares (el precio que posiblemente tengan los autos pequeños de los EE.UU.) será una ventaja para que los coches importados mantengan su alto nivel de ventas. En las páginas siguientes, se presentan 18 de los autos extranjeros más conocidos.
En septiembre de 1958, el 11.5 por ciento de los automóviles vendidos en los EE. UU. fueron importados

HILLMAN
Sólo hay ligeros cambios de estilo en el Hillman 1959. Se ha agrandado el motor para obtener mejor rendimiento y deducir el ruido, a gran velocidad. Como en casi todos los autos ingleses, su chasis es corriente
HILLMAN
FIAT
La Fiat produce modelos de todo tipo. La camioneta Multipla, de cuatro puertas, tiene una amplitus extraordinaria para un auto pequeño. Los Fiat grandes tienen un motor al frente; pero, en los otros, se halla detrás. Sólo los más pequeños no tienen sistema de enfriamiento por agua
FIAT
FORD INGLES
Como se ve a la derecha, el chasis del Ford inglés es muy similar al de la mayoría de los norteamericanos. Aparece aquí un Anglia de dos puertas, que es el más pequeño. Existen, además, el sedán Prefect de cuatro puertas, cuyo chasís es igual, y varios modelos más caros y grandes
FORD
INGLES

DWK
El DWK es de diseño muy original. Su motor, de propulsión delantera, es de tres cilindros y dos tiempos. El chasis es de tal simplicidad y tan carente de problemas que uno se extraña que haya auto complicados
DWK 
SAAB
El Saab, fabricado por una compañía sueca de aviones, tiene un motor de diseño igual al del DWK. Es un auto de líneas depuradas, con propulsión delantera que no requiere eje motor longitudinal. El eje trasero es de diseño regular. Su tracción en el hielo y en la nieve es insuperable
SAAB
NSU
La NSU, famosa fábrica de motocicletas, produce ahora un auto pequeño, el Prinx. El cupé deportivo, que se muestra aquí, es el último modelo. No se sabe el precio de este modelo (el sedán aparece arriba). Ambos tienen motor trasero de dos cilintros, con enfriamiento por aire
NSU

AUSTIN
El diseño más nuevo del año es el del Austin A40, una camioneta-sedán cuyo techo se extiende hasta la parte trasera. El asiento posterior se pliega cuando se desea contar con gran espacio para llevar equipaje
AUSTIN
SKODA
El Skoda, de fabricación checoeslovaca, tiene un singular bastidor de horquilla, y lleva, al frente y detrás, ballestas transversales. Es uno de los pocos autos que EE. UU. compra detrás de la cortina de hierro
SKODA
VOLKSWAGEN
El Volkswagen, un auto original, continúa con el mismo chasis y estilo con que empezó. El modelo 1959 no tiene cambios, Las cuatro ruedas están suspendidas por barras de torsión (todas independientes) y lleva detrás su confiable motor plano de cuatro cilindros, enfriado por aire
VOLKSWAGEN

PEUGEOT
El Peugeot (francés), de sólida apariencia y líneas nada austeras, es un coche casi tan grande como el Lark; pero a pesar de ello, es económico y de bajo precio, si se tiene en cuenta los accesorios que trae
PEUGEOT
LLOYD
El Lloyd trae un motor de mayor tamaño, propulsión delantera y una original suspension trasera, con refuerzos angulares y muelles espirales. El elemento principal de la estructura del coche es un espinazo tubular
LLOYD
CITROEN
Parece imposible que pueda fabricarse un coche más feo que el 2 CV. Sin embargo, quienes lo adquieren se entusiasman con él porque los lleva a todas partes en buen tiempo o mal tiempo. COmo estilo, su suspensión es única, pues a pesar de ser muelle, no se vence con los grandes pesos
CITROEN

VOLVO
Los suecos han fabricado el Volvo con la intención de que sea eterno. Se trata de un automóvil sólido, sin adornos y veloz. Anda con un litro una distancia que sorprende, y aunque parece pesado, está lejos de serlo
VOLVO
RENAULT
El pequeño Dauphine, de la Renault, es el coche extranjero de cuatro puertas que más se vende en EE. UU. La razón: su estilo, aunque europeo, no desentona con el americano, Su motor, colocado atrás, y de cuatro cilindros enfriados por agua, casi no se oye cuando marcha en vació. Es un coche típicamente francés, pues viene con solindros de forro húmedo
RENAULT
OPEL
De los coches importados, el Opel Rekord es el de líneas más americanas. Lo fabrica la GM en Alemania, y la Buick lo vende en EE.UU. Salvo por su carrocería enteriza, se trata de un automóvil típico de la GM, Además de este modelo, se fabrica también una linda camioneta rural Opel
OPEL

TRIUMPH
El que desee un coche de dimensiones reducidas aquí lo tiene. A pesar de sus 145 pulgadas (3.68 m) de largo, trae motor al frente, baúl trasero y cuatro puertas. Estas son estrechas, pero el interior es amplio
TRIUMPH
VAUXHALL
El Vauxhall, primer coche británico con parabrisas envolvente, es, como el Opel, casi americano, y como a aquél, lo fabrica la GM, pero a éste en Inglaterra. Se trata de un automóvil de líneas sobrias, suspensión ordinaria y con la palanca de cambios instalada en la columna de la dirección, que es el lugar donde el comprador norteamericano la prefiere
VAUXHALL
SIMCA
La Chrysler vende ahora el Simca en este país. Es un coche de diseño corriente que cuenta con buena aceptación en Francia. Salió recientemente un nuevo modelo de Aronde (no aparece aquí) más bajo y de aspecto más moderno. El representado en la foto es el que se vende en EE.UU.
SIMCA

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 24 - Marzo 1959 - Número 3


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus