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El Auto Especial del Agente 007
Por Robert Gannon

COMO ES USUAL al mediodía en el centro de Nueva York, era tan grande la aglomeración de autos que casi no podíamos movernos. Lentamente hicimos que el coche deportivo de bajas líneas y de color gris metálico avanzara hacia una esquina, pero los peatones no nos dejaban pasar. Abrí la tapa del brazo entre los asientos delanteros y tiré de un par de fiadores. Las luces de estacionamiento bajaron hacia adelante para dejar salir los cañones de dos ametralladoras Browning. "¡Mira!" gritó una enorme mujer que llevaba un diminuto sombrero. Saltó hacia atrás. Los sorprendidos transeúntes se apartaron de inmediato, dejándonos el paso libre.

"Nunca nas alcanzarás" , Goldfinger, parece haber dicho el agente 007 al escapar envuelto en humo de sus tenaces perseguidores en este Aston Martin especial. Un redactor de MP probó el generador de humo instalado debajo del auto obteniendo resultados verdaderamente espectaculares

"Nunca nas alcanzarás" , Goldfinger, parece haber dicho el agente 007 al escapar envuelto en humo de sus tenaces perseguidores en este Aston Martin especial. Un redactor de MP probó el generador de humo instalado debajo del auto obteniendo resultados verdaderamente espectaculares


Estábamos al volante del coche más letal hasta ahora construido: el Aston Martin del agente secreto James Bond, el Especial de Espionaje DB5. El auto de 45,000 dólares (por la general, el precio de un Aston es de 13,000 dólares) fue construido para la película "Goldfinger", la producción más reciente y probablemente la más lucrativa de la serie Bond. El coche se encuentra en los Estados Unidos para dar publicidad a la película y para ser exhibido en la Feria de Automóviles de Nueva York.
Me hallaba de paseo con Michael Ashley, conductor de pruebas de la Aston, quien me enseñaba cómo manipular los diversos y extraños accesorios que tiene este vehículo.
Un coche se deslizó por delante de nosotros y luego se detuvo en medio del camino. Ashley parpadeó y dijo: "No hay nada más que hacer. Lo desbarataremos y luego apartaremos los trozos con los arietes para poder avanzar" Oprimí un botón.
Nada ocurrió. "¡Ah!" exclamó él, "no tiene los mecanismos de disparo Tuvimos que quitarlos para poder pasar por la aduana. ¡Qué lástima!"
Los autos para los superespías deben poder escapar de los agentes enemigos. Dos palancas en el piso del coche de Bond hacen que las luces de cola se muevan hacia arriba y hacia abajo mediante un cable flexible. Oculto detrás de una de las luces traseras hay un rociador de aceite con forma de cola de pescado, conectado a un tambor a presión en el baúl. Detrás de la otra luz trasera hay un receptáculo del tamaño de una lata de café que contiene clavos provistos de numerosas púas. Al regarse sobre el camino, pinchan los neumáticos de los agentes enemigos. La policía británica, temerosa de que otros automovilistas copiaran la idea, se negó a otorgar una licencia para el coche hasta que el esparcidor de tachuelas fuera desconectado.

Los perseguidores no pueden hacer blanco en el chofer del Aston DB5 cuando éste alza un blindaje oculto en el baúl del coche (izquierda). Un modo eficaz de avanzar en medio de multitudes es bajar las luces de estacionamiento para exponer los cañones de dos ametralladoras (derecha)

Los perseguidores no pueden hacer blanco en el chofer del Aston DB5 cuando éste alza un blindaje oculto en el baúl del coche (izquierda). Un modo eficaz de avanzar en medio de multitudes es bajar las luces de estacionamiento para exponer los cañones de dos ametralladoras (derecha)

 

Izquierda: Una tobera rociadora plana, oculta detrás de la luz de cola es regulada desde el asiento del chofer. Derecha: Los espías acorralados por autos estacionados no tienen las dificultades que experimenta la mayoría de nosotros. Las defensas hidráulicas crean espacio para salir

Izquierda: Una tobera rociadora plana, oculta detrás de la luz de cola es regulada desde el asiento del chofer. Derecha: Los espías acorralados por autos estacionados no tienen las dificultades que experimenta la mayoría de nosotros. Las defensas hidráulicas crean espacio para salir

Para protegerse contra los proyectiles de los perseguidores, el auto tiene un blindaje retráctil en el baúl, que cubre la ventanilla trasera.
En la película, Ashley actuó como substituto de Bond en la mayoría de las escenas de persecución. Se hallaba él manejando, por ejemplo, cuando el sistema de cortina de humo (un envase de humo de tipo militar) fue activado por electricidad; sus agentes enemigos que
lo seguían en un Mercedes quedaron cegados por el humo y se estrellaron. También estaba él substituyendo a Bond cuando el cortador de neumáticos atravesó las ruedas de un Ford Mustang que pasaba al lado. Esta práctica arma es un cortador giratorio que se extiende a 60 centímetros de la maza de una de las ruedas traseras.
Los diseñadores también experimentaron dificultades con el asiento eyector. El dispositivo funcionó demasiado bien -un muñeco de 68 kilos fue lanzado al aire una distancia de más de 12 metros. El estudio no podía encontrar un voluntario, por lo que en la película es un muñeco lo que salta a través del techo.

Placas Intercambiables

Para burlar a la policía, pueden intercambiarse placas de circulación británicas, francesas y suizas desde el interior del vehículo. Estacionamos ilegalmente y esperamos a que llegara un policía -Sólo para ver la expresión en su cara cuando descubriera placas francesas en el extremo delantero y placas suizas en el extremo trasero. Pero ningún policía de Nueva York nos hizo el menor caso.
Hay por lo menos un dispositivo que resultaría práctico en un automóvil corriente: los arietes hidráulicos. Dejamos el coche estacionado en una acera de Nueva York durante cierto tiempo y, cuando regresamos, lo encontramos acorralado por un Cadillac por delante y una camioneta Ford por detrás. Ashley aceleró el motor y activó los arietes hidráulicos en la defensa delantera y la defensa trasera, empujando contra ambos autos al mismo tiempo. Mientras un grupo de curiosos nos aplaudía, salimos dando un solo corte.

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 37 - Julio de 1965 - Número 1


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus