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Campeón del Aire - Leo Loudenslager - Enero 1988
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| En una típica
exhibición aérea, una de las veinte en que participo
todos los años, y, como siempre a lo único a que le doy
verdadera importancia es a volar bien. Aseguro la cubierta transparente
de la cabina, y me preparo a despegar. El paracaídas a la
espalda podrá molestarme, es posible que el arnés tire de
mis hombros, pero las unidas cosas que siento son mi mano izquierda
sobre el acelerador, mi mano derecha sobre la palanca y mis dos pies
sobre los pedales del timón. Me siento como una sardina enlatada
dentro de la cabina de mi avión Láser 200, pero me
encuentro tan concentrado en lo que tengo que hacer que no advierto
nada más. -Leo Loudenslager
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| Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 41 - Enero 1988 - Número 1 |
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